A lo largo de los siglos, las religiones han incorporado
elementos y creencias provenientes de otros credos, procurando mantener el carácter
sacro de los mismos, pero sometiéndolos a una reinterpretación. Es lo que se denomina sincretismo. La flexibilidad necesaria
para converger elementos de diversas creencias coherentemente.
La serpiente es un elemento estrella en la espiritualidad
del Mediterráneo. El animal está presente en múltiples credos -egipcios,
judíos, panteístas- y tiene un carácter omnipresente, divino y poderoso.
Según los textos bíblicos, Moisés levantó una serpiente de metal
sobre un báculo para curar a los hebreos que sufrieran mordeduras letales de
los ofidios. Este elemento sagrado estructuró un centro de curación al que los
hebreos mostraban “idolatría”: el Nehustán.
El báculo de Asclepio, es el Nehustán de los dodecateístas.
Presente aún en lo logos y símbolos más utilizados por la medicina y los
servicios médicos, representa el poder sanador de las serpientes.
La iconografía que acompaña a Apolo también suele incluir un
ofidio enredado en una rama, así el dios de la luz y de las pestes, también
incluye a la curación como compañera.
Las serpientes -najash- portadoras de cura, solían ser bien
recibidas en los santuarios y balnearios dedicados a Asclepio, su reptar sobre
los enfermos era considerado un buen presagio.
Comentarios
Publicar un comentario