Sol Invictus. En medio de la noche y el frío del invierno, Apolo gana la batalla a la oscuridad y, con ello, nos libera de tanta muerte.
Si vemos las fiestas solares más relevantes, todas hablaban de mengua desde que dejamos atrás el Solsticio de verano y la noche de San Juan. Ese mes de agosto, de potenciación y exceso, acabó en la abrasadora canícula. Luego, tras cruzar la puerta del analema, llegaron las Boedromias y la quema del eiresione. Por último, las fiestas de despedida al sol, las pianepsias. Son cinco eventos solares que nos llevan al comienzo del invierno de comienzos de noviembre y, desde entonces, a las fiestas fúnebres.
Hoy el proceso vuelve a nacer, es el momento del solsticio. Lentamente, como saliendo de un letargo, los días después de la primera semana de Enero serán sensiblemente más largos. Y celebraremos la navidad -cada uno puede buscar la mejor forma de hacerlo- sabiendo que "Febo asoma", invicto, con su claridad. Que ello se deba a la inclinación del eje terrestre, ya no es cuestionable. Como tampoco lo es que el día se prolonga a partir de ahora para el hemisferio norte y que la radiación del dios gana fuerza día a día.
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