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Mopso, el vidente rival de Calcas

La clarividencia de Apolo no solo se manifestó en los oráculos y santuarios consagrados a su nombre, sino también en los hijos que heredaron su don profético. Entre ellos, Mopso resplandece como uno de los más insignes, dotado de una percepción que lo elevó por encima de otros augures célebres. Su historia se enlaza con la de Calcas , el adivino que guio a los aqueos en la Guerra de Troya , a quien Mopso desafió y venció en un duelo de adivinación, confirmando la supremacía del linaje apolíneo en el arte de leer el destino. Estrabón  y Pausanias , relatan que Mopso nació de Apolo y la ninfa Manto , hija del tebano Tiresias , otro de los más grandes videntes de la tradición helénica. Así, la sangre de dos de los más ilustres intérpretes del destino corría por sus venas. La competencia entre Mopso y Calcas tuvo lugar en Colofón , cuando el adivino aqueo, que había servido fielmente a los griegos en Troya, buscó probar que su talento profético seguía intacto. Según la tradición, ambo...
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Cíniras y la tragedia de su linaje

Cíniras , rey de Chipre , fue una figura cuya vida estuvo marcada por el esplendor, pero también por la tragedia que se cernió sobre su descendencia. En algunas tradiciones, se le considera hijo de Apolo , lo que explicaría su habilidad musical. Era un monarca favorecido por los dioses, conocido por su devoción a Afrodita y por haber fundado varios templos en su honor, según lo narrado por Pausanias . Sin embargo, su estirpe estuvo marcada por una serie de destinos fatales que convirtieron su linaje en sinónimo de desdicha.  Cíniras se casó con Metarme , hija del rey Pigmalion de Chipre, con quien tuvo varios hijos. Entre ellos se destacan Adonis  y Mirra  como los más famosos. Adonis, el joven de belleza incomparable, y Mirra, cuya historia de incesto con su propio padre marca un episodio fatídico.  La balanza se inclina hacia su infortunio desde el momento en el que Cíniras se enfrentó a Apolo en un certamen musical, creyendo que podía superar al dios. Esta versión...

Hilas, el compañero de Heracles

"Hilas y las ninfas" por John William Waterhouse (1896). Manchester Art Gallery Entre los muchos héroes que acompañaron a Jasón en la expedición de los Argonautas , se encuentra Hilas , un hermoso efebo cuya desaparición en tierras de Misia dio lugar a uno de los episodios más melancólicos de la travesía. En algunas versiones de su linaje, se le considera hijo de Apolo y una ninfa, lo que explicaría tanto su belleza como el destino que le aguardaba. Su historia nos llega fragmentada a través de autores antiguos como Apolonio de Rodas , Teócrito y Estrabón , quienes relataron su trágico encuentro con las ninfas del agua. Hilas es descrito como un joven de excepcional hermosura, un favorito de Heracles , quien lo tomó como escudero y compañero de armas. Recordemos que Heracles también forma parte de los Argonautas. Según relata Apolonio de Rodas en sus " Argonáuticas" , Hilas formaba parte de la tripulación del Argo , pero durante una escala en Misia fue enviado a ...

Meláneo y la arquería sagrada

Meláneo , hijo de Apolo , se destacó entre los mortales como un arquero sin igual, honrando con su destreza el linaje del dios que dominaba el arco y la flecha. Fundador de Ecalia , su historia se entrelaza con la expansión de los cultos apolíneos y la sacralización de la arquería , arte que, más que un simple dominio de la puntería, era una extensión de la voluntad divina. Pausanias , en su " Descripción de Grecia" , lo menciona como el fundador de la ciudad, vinculándolo a la tradición de los héroes civilizadores que, con la bendición de los dioses, establecieron asentamientos y difundieron su culto. En su figura resuena la imagen del propio Apolo, quien no solo castigaba con sus flechas a quienes osaban desafiarlo, sino que también confería a sus elegidos el conocimiento de la caza y el arte de lanzar proyectiles con precisión inhumana. La ciudad de Ecalia - Οἰχαλία -, mencionada en textos antiguos, no existe actualmente como una ciudad habitada. Estrabón en su "Geog...

Luces y sombras de Apolo

Queda poco más de un mes para el Solsticio de verano y estos días vamos a explorar el legado de Apolo a través de sus descendientes y los conflictos que marcaron su historia. Serán días de adentrarnos en relatos transmitidos por autores antiguos como Homero , Píndaro , Hesíodo y Apolodoro , revelando facetas del dios que van más allá de su luminosa presencia en el Olimpo. Nuestra travesía comienza con sus hijos , aquellos que heredaron su grandeza, su talento o su ineludible destino. Conoceremos a Meláneo , arquero sin igual, y a Hilas , el hermoso joven que acompañó a Heracles. Siguiendo las tradiciones de Pausanias y Diodoro Sículo , evocaremos a Cíniras , rey de Chipre; a Mopso , el vidente que superó a Calcas; y a Cicno  y Tenes , quienes llevarán su estirpe más allá de las costas de la península balcánica. También nos adentraremos en la historia de Aristeo , el Señor de la miel, quien extendió la influencia de Apolo sobre el mundo natural y la civilización. Finalmente, conoce...

Orando como un ateniense

La vida religiosa de un ateniense estaba profundamente entrelazada con todos los aspectos de su existencia. No había una separación entre lo sagrado y lo cotidiano; cada acción, desde salir de casa hasta participar en la vida política, podía estar marcada por ritos religiosos. La relación con los dioses no se basaba en la fe personal ni en textos sagrados , sino en la práctica de ritos, sacrificios y festividades comunitarias . Los atenienses rezaban de manera formal y estructurada, con fórmulas que se repetían en los rituales. La oración solía ir acompañada de gestos como levantar las manos al cielo o tocar el suelo si se invocaban deidades ctónicas . No existía un libro sagrado como en las religiones monoteístas, pero los sacerdotes y poetas transmitían himnos y fórmulas de invocación que podían aprenderse. Homero y Hesíodo eran considerados fuentes de conocimiento sobre los dioses y sus relaciones con los humanos, y sus versos se recitaban en ceremonias. No existía un objeto es...

En la polis y a la moda

En Atenas , la producción textil era una tarea doméstica fundamental, realizada principalmente por mujeres dentro del hogar. La lana y el lino eran los materiales más utilizados, aunque a través del comercio con Oriente también llegaron el algodón y la seda , esta última especialmente valorada por su suavidad y ligereza.  El proceso de fabricación comenzaba con el hilado de las fibras en husos y ruecas, seguido del tejido en telares verticales, donde se confeccionaban las telas destinadas a la vestimenta. Aristóteles menciona que las mujeres desempeñaban un papel esencial en la producción de textiles dentro del oikos , lo que demuestra la importancia de esta labor en la economía doméstica y en la autosuficiencia del hogar.   Las prendas más comunes eran el quitón  y el peplo , túnicas de diferentes estilos que se ajustaban con broches o cinturones, y el himation , un manto rectangular que se llevaba sobre la túnica y que podía envolver el cuerpo de distintas maneras ...

Cocinando y comiendo como un ateniense

La cocina ateniense era un reflejo de su sociedad: sencilla en su base, pero rica en matices, sabores y significados culturales. Obviamente, la dieta de un ateniense no solo dependía de los ingredientes disponibles, sino también de su posición social y de la estación. En el día a día, predominaban alimentos humildes como pan, legumbres y queso, mientras que en los banquetes y festivales se permitían manjares más elaborados.  El pan era el pilar de la alimentación y se elaboraba principalmente con cebada, más resistente a los suelos áridos del Ática. El trigo, aunque más apreciado, era menos accesible y estaba reservado a quienes podían permitírselo. Se preparaba de múltiples formas: desde panes planos hasta panecillos más densos cocidos en hornos rudimentarios. Acompañaba todas las comidas, untado en aceite de oliva o acompañado de higos y queso.  Las aceitunas y el aceite de oliva eran fundamentales en la cocina ateniense. El aceite se utilizaba tanto para cocinar como para...

Crianza y consumo de carnes en la polis

A pesar de la aridez del suelo, los griegos lograron criar una diversidad de animales cuyo valor iba mucho más allá de su uso alimenticio: proporcionaban transporte, indumentaria, eran herramientas de trabajo y fundamentales para la vida religiosa.   El ganado bovino representaba un símbolo de riqueza y estatus en la sociedad griega, pero su crianza estaba reservada a quienes poseían tierras fértiles y extensas, ya que requería grandes pastizales y recursos. Los bueyes eran esenciales para la agricultura, utilizados en la arada de los campos y el transporte de cargas pesadas, lo que los convertía en animales de gran valor más allá de su carne. Las vacas , en cambio, eran apreciadas por su capacidad de proporcionar leche y derivados como el queso, aunque el consumo de productos lácteos en Grecia era menor en comparación con otras civilizaciones. En los rituales religiosos, el toro era la ofrenda más prestigiosa y solía sacrificarse en honor a los dioses, como describe Homero...

Sembrando y cosechando para Atenas

La agricultura en Atenas era una necesidad económica y el latido mismo de la vida cotidiana, dado que estaba integrada en la vida diaria de cada habitante. Aunque hoy la imagen de Atenas nos remite a la Acrópolis y a la intensa actividad filosófica y política , en sus campos se libraba otra batalla: la de los agricultores contra la tierra pedregosa del Ática . Con ingenio y esfuerzo, los atenienses lograron hacer prosperar cultivos esenciales que sustentaron no solo su alimentación, sino también su identidad cultural.   El trigo y la cebada eran los pilares de la dieta ateniense. La cebada, más resistente, era la base de las gachas y el maza  (μᾶζα), una especie de pan rudimentario muy común entre los ciudadanos. El trigo, más codiciado, se destinaba a panes de mejor calidad, pero su producción local era insuficiente. De ahí que Atenas dependiera de las importaciones, sobre todo del trigo procedente de Egipto y el Ponto Euxino  -Mar Negro-, lo que explica su obsesión...

Plenilunio de Hestia

La Hestia Giustiniani es una estatua de mármol romana, una copia de un original griego de bronce (S. V a.n.e.) Volvimos del mercado con los frutos de la tierra, el pan recién horneado y el vino o zumos frescos. La mesa ha sido dispuesta con esmero, las copas esperan el primer brindis, y el fuego del hogar arde como llama que nunca se apaga. Nuestro invitado está por llegar. Puede ser un conocido o un viajero errante, pero esta noche, su destino es nuestro hogar. Las almohadas mullidas, las sábanas tendidas con pulcritud, la limpieza de cada rincón son una ofrenda a Hestia , la diosa serena que vela por la casa. Su presencia invisible es más real que el techo que nos cobija, pues sin ella, el hogar no sería más que un montón de piedras. Hesíodo nos recuerda que Hestia ocupa el primer y el último lugar en toda libación , pues así como preside el inicio de todo, su bendición nos despide al partir. Después de compartir la comida y la bebida, acompañaremos el postre con conversación. La...

"El llanto" por Alfonso Reyes

Al declinar la tarde, se acercan los amigos; pero la vocecita no deja de llorar. Cerramos las ventanas, las puertas, los postigos, pero sigue cayendo la gota de pesar. No sabemos de donde viene la vocecita; registramos la granja, el establo, el pajar. El campo en la tibieza del blando sol dormita, pero la vocecita no deja de llorar. ¡La noria que chirría! dicen los más agudos pero ¡si aquí no hay norias! ¡que cosa tan singular! se contemplan atónitos, se van quedando mudos porque la vocecita no deja de llorar. Ya es franca desazón lo que antes era risa y se adueña de todos un vago malestar, y todos se despiden y se escapan de prisa, porque la vocecita no deja de llorar. Cuando llega la noche, ya el cielo es un sollozo y hasta finge un sollozo la leña del hogar. A solas, sin hablarnos, lloramos un embozo, pero la vocecita no deja de llorar.